Con el propósito de analizar la problemática bananera ayer, este medio realizó un foro virtual con la participación de Danilo Palacios, presidente de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano, Acorbanec; Marcel Laniado, director de la Corporación Regional de Bananeros Ecuatorianos, Agroban y Lianne Zoeteweij, administradora de la Asociación de Pequeños Productores de Banano de El Guabo, Asoguabo.

La industria bananera genera más de 250 mil empleos directos en el país y representa el 23 % del PIB agrícola del Ecuador. Esta nación tiene 250 compañías exportadoras y alrededor de 8 mil productores de la fruta, según el último informe de AEBE, en el que se precisa que hay más de 240 mil hectáreas regularizadas en esta república. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 trajo consecuencias inmediatas que derivaron en la disminución del 25 % de la demanda de fruta y a nivel local, el descontento de una parte del sector productor que reclamaba al Estado desde el respeto al precio oficial de la caja hasta la entrega de dádivas como ciclos de fumigación gratuita y fertilizantes.

DANILO PALACIOS: “MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD Y BAJAR COSTOS”

Para el Presidente de Acorbanec hay un decrecimiento de mercado para el banano ecuatoriano en Estados Unidos y la Unión Europea a donde llega el productos de países centroamericanos, especialmente Guatemala que aprovechan la cercanía geográfica y tienen costos más competitivos. Sin embargo, considera que se debe trabajar más para ampliar las ventas en mercados como Rusia, Medio Oriente y África del Norte.

Según comentó Palacios, si bien en ocasiones la ubicación geográfica de Ecuador puede ser una desventaja se debe aprovechar la excelente calidad de la fruta, el mayor tiempo de permanencia en percha que permite ubicar el producto en países más distantes, como China, por ejemplo.

Uno de los mayores problemas para la actividad bananera ecuatoriana es la falta de competencia en costos y por ello Palacios mencionó que se debe trabajar para tener mayor productividad, pasar del promedio de 1.900 cajas al año por hectárea para cumplir con el límite de 3.000 cajas como si ocurre en algunas plantaciones.

“Hay que enfocarse en mejorar la productividad y bajar los costos, tener clara la realidad como país, a donde pueden abrirse”, dijo Palacios, quien considera que debe eliminarse la tramitología para el sector bananero.

Debido a la tecnología ahora el negocio cada vez es más directo entre los productores y los consumidores finales pero es necesario que los bananeros estén dispuestos a acoplarse a los cambios que pide un mercado globalizado. A ello se suma, el estar preparados para ser competitivos también en aspectos de conservación de medio ambiente y de aspecto social, además de promocionar al Ecuador como un productor que utiliza menos químicos lo cual es bien acogido por los consumidores.

El representante de Acorbanec indicó que la ley que regula la actividad bananera tiene grandes falencias pues en principio busca controlar un precio que se rige por la oferta y la demanda y por la exigencia de comprar el 100% de la producción lo cual considera de difícil cumplimiento. Se mostró partidario de eliminar o modificar este marco legal crea ineficiencia en el sector bananero.

Palacios comentó también que por la dinámica del negocio bananero, los precios varían según la época fría donde los países consumidores piden más pero en tiempo de verano se vende menos y se compite con la fruta local de los países.

Finalmente instó a que los productores y exportadores no mantengan disputas sino que busquen el bien común y sobre todo el fortalecimiento del sector bananero.

LIANNE ZOETEWEIJ: “LA TRAMITOLOGÍA AFECTA A LOS PRODUCTORES”

La administradora de Asoguabo mencionó que la asociatividad es una buena opción para los pequeños productores y de esta manera puedan trabajar con mayor productividad y eficiencia pues al trabajar solo suben los costos y si hay la participación de intermediarios es más difícil sostener el negocio. “Los mercados más exigentes piden más inversiones, más cuidado”, dijo.

Zoeteweij se refirió también a la realidad que viven los pequeños productores de la provincia que deben cumplir una serie de requisitos que además de representar un egreso económico también representan la utilización de un tiempo que podría ser empleado para producir más.

Mencionó que los pequeños productores que desean legalizarse llevan la carga de la tramitología y requisitos como contratos laborales no acoplados a sector bananero, reglamentos de salud, reglamentos de seguridad. “Es complejo, debe contratar a asesores, si para los grandes productores es difícil mucho más para los pequeños. Debe haber formatos sencillos considerando también la baja escolaridad de algunos”.

Respecto a la conocida práctica de que los productores venden a un precio pero en los formularios oficiales consta la tarifa oficial dijo “es inaceptable, no es justo establecer una carga tributaria sobre un ingreso que el productor nunca ha recibido, es algo que se debe sincerar, es un asunto técnico”.

Zoeteweij considera que los pequeños productores tiene mucha capacidad para hacer bien las cosas y que el gobierno debe cambiar su gestión, dar otro direccionamiento para ser un ente facilitador y no controlador del sector bananero que espera un apoyo diferente para poder competir en el mercado internacional.

MARCEL LANIADO: “EL PRODUCTOR DEBE PREVER PARA ÉPOCAS BAJAS”

El director de Agroban indicó que es conocido de sobra el ciclo del negocio bananero y que cada año hay una época de menor venta por lo que instó a los productores a elaborar un flujo de caja para tener previsiones en estas épocas de menos ingresos. A ello, se añade la necesidad de mejorar la producción y abaratar costos.

Laniado analizó las ventajas competitivas de Ecuador respecto a la competencia, una de ellas es ofrecer un producto con carga química menor en comparación con países de Centroamérica donde hay mas ciclos de control de sigatoka y herbicidas.

Destacó que Ecuador hay 6900 productores de los cuales el 40% aproximadamente tiene 50 hectáreas mientras que hay 280 exportadores; en Centroamérica hay pocos productores y concentración de multinacionales.

“Mientras menos cajas tienes más costos fijos y viceversa, si se sube se puede ofertar fruta más competitiva”, dijo Laniado, quien considera que los productores deben ajustarse a la realidad del mercado y ser más eficientes antes que buscar el subir el precio de venta que en la práctica lo fija el mercado. “Ecuador no es eficiente en sus costos, la solución no es subir el precio de venta, el banano es un negocio de centavos”, dijo.

Respecto a las certificaciones internacionales que se exigen en varios mercados, Laniado mencionó que si bien no es partidario de la eliminación total de estas verificaciones se debe promocionar más que el país tiene leyes claras en ámbito laboral, ambiental y social y que el sector bananero un gran hecho esfuerzo en los últimos años para cumplir con normativas laborales y ambientales que les permiten un gran cumplimiento de los estándares internacionales.

Laniado mencionó que se debe trabajar mucho más para bajar los costos de producción sin disminuir la calidad de fruta y citó como ejemplo el precio de los agroquímicos que son más baratos en Centroamérica. Añadió que se requiere de líneas de crédito para riego, drenaje, mejoramiento de empacadoras. Dijo también que se debe analizar el aspecto laboral del país para que se respeten los derechos de los trabajadores pero que se permita la competitividad. Mencionó que es importante que el gobierno no desconozca la vocación agrícola de la población y se cree institutos o universidades que permitan la formación en este ámbito.

Laniado mencionó que la ley que regula la actividad bananera está obsoleta y que no puede ser aplicada en la práctica por lo que debe realizarse un estudio profundo de este sector que pese a todas las adversidades es un pilar de desarrollo.